Luis Cuenca
(Lima, 1983): Poeta, miembro de Korriente A. Tiene estudios de Educación en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Ha participado en eventos de poetry slam.
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S/T
Vivo rodeado de feas palabras:
Polietileno,
Poliestireno,
Polipropileno
Poliuretano
metal galvanizado,
horario de trabajo...
He olvidado cómo llegué hasta aquí,
si me cargaron,
secuestraron,
o yo mismo vine,
con mis propios pasos...
Pero ya quiero irme de aquí...
Por eso escribo,
para alejarme,
cuando es necesario.
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Las princesas ya no existen,
ahora solo son una convención social,
de la que se valen grupos mercantilistas
para vender objetos inútiles.
En cambio,
sí existen las brujas,
las intelectuales,
las guerrilleras
las santas,
las sanadoras,
las estafadoras,
las putas...
Sí, las putas.
¿Qué sería de algunos hombres
sin las putas?..
Una vez,
conocí a una,
que tenía las manos de sanadora,
la cara de una santa,
el lenguaje de guerrillera
y podía contar hasta diez,
en ocho idiomas;
y a su lado fui feliz...
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A pesar de su sonrisa,
Ella tenía una dulce tristeza en la mirada
Que te hacía enamorarte de ella.
¡Diablos!,
No tenía un cuerpo despampanante,
Pero sí que era bonita;
Y más cuando sonreía
Y te miraba con esa dulce tristeza,
Que te calentaba el corazón.
Si yo hubiera sido más hijo de puta,
Hubiera hecho todo lo posible
Por llevarla a la cama.
Pero ella era diferente,
Lo que ella necesitaba
Era amor.
Ella era una chica buena.
Tal vez si hubiera sido
Como una de esas chicas
Que tienen cara lobuna,
Mi actitud hubiera sido diferente.
Pero, ella era una buena chica,
Y yo no sé cómo quieren ser tratadas
Las chicas buenas.
Sé cómo lidiar
con las estafadoras,
y las chupasangre,
Pero aún no sé cómo quieren ser tratadas
Las chicas buenas.
Cada vez que me cruzó con una,
Un patán siempre está a su lado,
Insultándola y denigrándola;
Y ella fiel a su costado.
Al parecer las chicas buenas son tontas…
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Ya han pasado más de tres días
Y nadie me viene a descolgar de esta cuerda
Que se aferra de la viga del techo y de mi cuello.
Es hora de dejar el drama.
Me quito la cuerda del cuello,
Me baño,
Me pongo ropa limpia y planchada
Y me voy a trabajar,
Con la esperanza de que aún tenga un trabajo…
Es que aún tengo cuentas que pagar…
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